El autor

Para intuir qué se encuentra en una novela, lo mejor es conocer al autor, pero no por su nombre, ni por dónde nació ni por su edad. Una biografía cronológica ayuda, pero para sospechar qué ha escrito es más importante, por ejemplo, saber qué lee. Eso sí que da pistas.

A un autor hay que conocerlo por cómo observa el mundo, por aquello que capta su atención y por cómo transforma estas percepciones: ¿recuerda los pequeños detalles para tener un cuadro perfecto en la memoria? ¿Indaga en los motivos de las personas, en el orgien de los escenarios, para entender mejor lo que ha pasado? ¿Imagina qué hubiera podido pasar con pequeñas -o grandes- variaciones de los hecho reales?

Las respuestas a estas cuestiones no hace mejores ni peores escritores, pero configura en gran medida su estilo, forma y parte del contenido. Así pues, dejadme que os dé unas cuantas pistas de qué vais a encontrar en mis novelas.


Impresión y reflexión

impresión: f. Efecto o sensación que algo o alguien causa en el ánimo
reflexión: (del lat. tardío reflexio, -ōnis ‘acción de volver atrás’) f. Acción y efecto de reflexionar.

En mis felices años 20 me obsesionaba la acción, impresionar con mis hazañas sin dejarme sorprender por nada. Ignoraba casi todo lo que no tuviera relación conmigo. Era todo un cafre, majete y con buena voluntad eso sí, pero un cafre obsesionado con hacer muchas cosas y no tanto con vivir experiencias.

Cerca de mis cuarenta, aún tengo dudas de ser una persona civilizada pero soy bastante más social, una vez calmada la obsesión por ser yo quien domestique el planeta que está a mis pies a golpe de heroicidad: ahora estoy atento al mundo del que formo parte, me dejo impresionar y sorprender, y disfruto del presente. Soy una persona activa que quiere reconocer su entorno y reflexionar sobre sus matices: entender el global que produce la suma de sus partes y actuar con iniciativa, pero aprovechando las oportunidades que nos brinda la casualidad.

Con mis novelas, a través de ficciones con gancho, busco entretener compartiendo estas impresiones y reflexiones, más que presentar una serie de eventos forzosamente asombrosos para llenar los ratos vacíos.

Dime qué lees…

… y te diré cómo escribes.

No es lo mismo robarle a Cervantes que a Dan Brown. Lo cierto es que -me vais a permitir tergiversar el refrán- el hábito (de lectura) hace al monje (escritor).

En la sección «Dime qué lees» encontraréis las lecturas que más me han impactado. Resumiendo mucho, mis mayores influencias vendrían de Richard Ford, Iris Murdoch, Emmanuel Carrère, Javier Marías, Eduardo Mendoza, Vargas Llosa y Philip K. Dick.

Recuerdos, ficciones y aficiones

Hay una gran diferencia entre gastar horas o dedicarle tiempo a algo. Puede parece un matiz, pero ahí está la frontera entre lo que nos ocupa y lo que nos importa.

Desde pequeño me encanta el contacto con la naturaleza, disfruto perdiéndome por las montañas y, cada vez más, adentrándome en el mar. Y me gusta dejarlo todo como estaba antes de que pasara yo por cualquier lugar. A partir de aquí viene mi segunda gran afición.

Entender los procesos de cambio, ver el global de una historia o cadena acciones, de principio a fin, pensando primero en que había antes y cómo ha acabado; y después viendo que ha pasado en medio.

Esta es la manera en la que me gusta conocer tanto a las personas (como eran antes de que pasara algo, en qué han cambiado y por qué) como a la sociedad y a las asociaciones imaginarias de nuestros tiempos (empresas, estados, partidos, …).

Inevitablemente, si te gusta conocer sociedades, te gusta viajar. Yo he tenido la suerte de viajar no sólo por placer si no también por trabajo y conocer de primera mano otras culturas en su desempeño diario, y mezclarme con ellas.

Modas y Tendencias

moda: f. uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en un determinado país
tendencia:
f. Propensión o inclinación en las personas y en las cosas  hacia determinados fines
f. Fuerza por la cual un cuerpo se inclina hacia otro o hacia alguna cosa
f. Idea religiosa, económica, política, artística, etc., que se orienta en determinada dirección

Las modas me dan mucha pereza. Son una manera fácil de rellenar un vacío, en el tiempo o en el armario, pero para escribir tienen dos peligros: usar terminología que caduca rápido y dar por supuestos ciertos estereotipos puede hacer que un texto sea ilegible en unos años.

Las tendencias ya son más de mi agrado. Hablar del messenger o del whatsapp y los iconos o los zumbidos o los memes pueden ser modas caducas. Hablar de cómo la comunicación a distancia ha pasado a ser instantánea primero y masiva después, es otra cosa y da un juego narrativo mucho más estable en el tiempo.


A %d blogueros les gusta esto: